En la medida que nos invaden el hormigón, el asfalto y el vidrio, el hombre siente, cada vez más, la necesidad de contactar con la naturaleza.
En las grandes urbes, muchas personas, hombres y mujeres, pasan horas encerradas entre cuatro paredes y, en la mayoría de los casos, delante de la pantalla del ordenador.
Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre, pero, ¿alguna vez nos hemos parado a pensar lo que son para nosotros «NUESTRAS AMIGAS LAS FLORES»?
Las plantas son seres vivos que se conducen como la mayoría de las especies del reino animal. Nacen, viven y mueren. Su comportamiento es admirable; ejercen efectos benéficos o maléficos en nuestra vida y en nuestro organismo según que plantas y en qué forma las utilicemos, pero de eso hablaremos en sucesivos artículos.
A diferencia de los llamados animales de compañía, las plantas no nos piden más que agua, un poco de abono y cariño. No se suben a los sillones ni nos arañan las cortinas.
Sin lugar a dudas, el regalo más bonito que se puede recibir son las flores. En algunas ocasiones pensamos, que no es un buen regalo porque son perecederas. Nada más alejado de la realidad, y si no haz la prueba, pregunta a alguien al que hayas mandado flores cómo era el ramo que recibió, aunque haya pasado mucho tiempo, seguro que lo recordará perfectamente.